En junio de este año hicimos una entrada sobre este mismo tema. Lo que ahora os traemos es una guía publicada por el colegio de médicos de americano: Management of Acute and Recurrent Gout: A Clinical Practice Guideline From the American College of Physician.
Según explican la metodología utilizada para hacer la guía es de confianza y estas son las 4 principales recomendaciones. Recomendación 1: La ACP recomienda a
los médicos elegir corticosteroides, antiinflamatorios no esteroideos
(AINE) o colchicina para tratar a los pacientes con gota aguda.(Grado: recomendación fuerte, evidencia de alta calidad)
Recomendación 2: La ACP recomienda que los médicos usen dosis bajas de colchicina cuando usan colchicina para tratar la gota aguda. (Grado: recomendación fuerte, evidencia de calidad moderada)
Recomendación 3: La ACP recomienda no iniciar
la terapia de reducción de urato a largo plazo en la mayoría de los
pacientes después de un primer ataque de gota o en pacientes con ataques
infrecuentes. (Grado: recomendación fuerte, evidencia de calidad moderada)
Recomendación 4: La ACP recomienda a los
médicos discutir los beneficios, los daños, los costos y las
preferencias individuales con los pacientes antes de iniciar la terapia
de reducción de urato, incluida la profilaxis concomitante, en pacientes
con ataques recurrentes de gota. (Grado: recomendación fuerte, evidencia de calidad moderada)
Lleva este texto unos meses, ahí guardado en el caos de mi ordenador...Dudando entre ofreceróslo o no, porque, claro, habla de mí y de los míos...Pero bueno, ya en una ocasión similar compartí algo parecido con vosotros y no encuentro motivos para no hacerlo ahora; después de todo, este es un lugar para compartir ciencia (¡con humildad!) y emociones y además, quienes me conocen, saben que soy una nostálgica sin remedio...¡Buen fin de semana!
Pensando en ti
Escribo ahora que todavía no te
has ido porque luego, cuando ya no estés, la tristeza se me enroscará en la garganta
y la niebla en la mirada. Pero no: lo cierto es que ya te has ido. Recorro con
la mirada tu habitación vacía; llena aún con tus cosas, con tu ropa, tus
libros, tus fotos, pero vacía de ti y plena de tu ausencia porque, en el fondo,
ya te has ido. Lo hiciste hace mucho, cuando tus sueños y el deseo de volar se
hicieron hueco en ti con la frescura y la fortaleza de tus jóvenes alas. Yo
tenía más o menos tu edad cuando me fui de la casa paterna y vine a esta…Esta
desvencijada casa, desordenada, llena de cosas y, sobre todo, de recuerdos.
Creo que las personas deberían
habitar a lo largo de su vida en, al menos, tres casas diferentes. La primera
sería la casa en la que se nace; allí donde aprendes a hablar, donde se crea
ese código de lenguaje especial entre los padres y la nidada. Allí donde se
establecen las normas peculiares de cada estirpe, las mismas que luego irás rompiendo
para moldear otras nuevas. Allí es donde se crean en gran medida las
estructuras sociales, donde se delinean los caminos que más tarde recorrerás,
eligiendo los atajos, desestimando algunas veredas y construyendo en definitiva
el hermoso paisaje de nuestra propia vida…Almacenando códigos, ideas, propias y
ajenas, que luego tirarás por la borda, haciendo propio el camino e incierto y
desconocido el destino. Que no te lastre, guapo, lo que te hayamos dicho o no
dicho en esta tu primera casa: que solo sea un dato más a tener en cuenta en su
justa medida, nada más.
La segunda casa sería la que uno
construye en su juventud; la que se disfruta en cada pequeña innovación,
aquella que supone un proyecto. Se poblará de otras caras, de otras voces, de
otros discursos que se escribirán con el paso de los años. Será la casa que
contemplará el paso de la juventud a la madurez; se irá construyendo con las
miradas, las voces, las risas y las lágrimas. La amarás por encima de ninguna
otra, porque es la vida en su puro sentido. Será a la par tu refugio, tu
esperanza y tu dolor; allí donde uno entra y se siente cómodo en medio del
desorden de un mundo que a veces no entendemos. Será tu casa y tu gente. Tu
nido.
Y de pronto, la vida te lleva y
te das cuenta de que la parte, tal vez, más brillante de tu historia ya es
pasado. Volverás a ver una y mil veces los rostros de aquellos a quienes más
amas, pero nada es ya igual. Nunca nada es lo mismo. Y aunque amas estas cuatro
paredes más que a ninguna otra, duelen demasiado. Deberías cambiar de casa.
La tercera casa sería la del
sosiego, esa palabra que a mí me gusta tanto porque tanto me cuesta
encontrarlo. Debería ser un espacio diáfano, desprovisto de enseres y con los
justos recuerdos. Un espacio con mucha luz y pocos muebles; un viejo sillón y
un puñado de libros y música, poco más. Y silencio. Silencio para escucharte, para hablar con uno
mismo, para perdonarte los errores y estimar, si acaso, algún acierto. Una casa
para aceptar que el tiempo es buen aliado y que hacerse mayor no es, a fin de
cuentas, tan malo; si acaso es descubrir un paisaje entre la niebla,
nostálgico, tierno, y de bordes mal delimitados. Y soñar. Siempre soñar;
colgarte del vuelo de una mariposa o del brillo de la estrella pequeñita que
alumbra tu cielo y que forma junto a otras estrellas constelaciones en la
inmensidad del universo.
No estoy triste porque te hayas
ido, lo estoy porque me cuesta despedirme de esta mi casa y mi tiempo, y porque
es difícil simplificar la vida, mucho más que transitarla.
Estoy contenta y orgullosa contemplando tu
vuelo. Solo un consejo: sé firme y resistente como un árbol hermoso, flexible
como un junco y tierno como la mirada inocente de un niño; pero si tienes que
elegir entre estas cualidades, elige la ternura porque nada es más firme y más
flexible que el amor entendido como un compromiso hacia ti y hacia los que te
rodean.
Vuela, sé feliz. Me atrevería a
decir, moderadamente feliz, porque la felicidad inmensa y permanente a lo largo
de la vida es un logro imposible; no así la moderada que nace de la capacidad
de valorar y disfrutar de las cosas pequeñitas que te brinda el día a día.
Este blog lo he encontrado buscando soluciones para algunas de las muchísimas dudas que me surgen al escribir tanto entradas para este blog como en otras ocasiones. La verdad es que me lo he pasado muy bien paseando por él: es muy ameno y muy didáctico, así que aquí os lo dejo...Y con cierta aprensión porque seguro que en este párrafo tan cortito que he escrito, se me habrá colado alguna errata: ¡es que escribir, y hablar, bien no es nada fácil!
Por el título ya habréis adivinado que hoy toca "cultura general. El tema de las vacunas está en el debate público y sobrevuela en ocasiones la tentación de hacer la vacunación "obligatoria". Sobre esto trata el documento elaborado por el Grupo de Trabajo en Bioética de la semFYC. En esta entrada de NOgracias lo podéis leer entero. Así empieza:
A pesar de que ninguna sociedad profesional u organismo oficial apoya la vacunación obligatoria, tras casos desafortunados de niños con daños debido a enfermedades prevenibles, tanto los medios de comunicación como la opinión pública vuelve a exigirla, muchas veces con ataques virulentos a las familias que sufren la pérdida. El documento nace por la percepción dentro del GDT de Bioética de la semFYC de que: (1) es necesario profundizar en la argumentación ética que existe tras las recomendaciones de no vacunar de manera coercitiva; (2) hay que mejorar cómo se hacen los debates públicos sobre controversias científicas. (3) solo desde la reflexión ética será posible proponer a sanitarios e instituciones profesionales algunas pautas para actuar ante el preocupante incremento de la duda vacunal.
Así comienza la entrada del blog Pediatría Basada en Pruebas:
La erupción dentaria primaria es un proceso fisiológico en los primeros meses del desarrollo del niño; sin embargo, el impacto que a veces produce es importante. Se le atribuyen muchos síntomas, no solo por parte de los padres, sino también por los profesionales sanitarios,
desde un simple babeo o irritabilidad, hasta episodios de fiebre,
diarrea, disminución del apetito o del sueño e irritabilidad intensa.
Pero no existe evidencia de una relación más allá de su coincidencia con
la aparición de síntomas secundarios a procesos patológicos también
habituales en los primeros meses de vida del niño.
Todos las hemos oído decir y muchos de nosotros las hemos dicho, incluso como profesionales, para explicar síntomas inespecíficos para los que no encontrábamos una explicación mejor. Nos cuentan en el post que hay un metanálisis sobre el tema publicado este mismo año en Pediatrics. Esta es la conclusión:
Los datos proporcionados por este metanálisis no resuelven el debate
debido a la poca evidencia que el estudio nos devuelve al respecto.
Parece razonable pensar que no haya asociación entre estos signos y
síntomas asociados, aunque sí que se justifique un aumento leve (y no
significativo clínicamente) de la temperatura basal.
Os recomiendo que leáis toda la entrada porque resulta interesante.
El 27 de octubre Asun Isasi (médica del PAC de Iztieta) dinamizó nuestra sesión del mes a la que tituló Segundas víctimas: ¿qué hay?, ¿qué hacemos?. Abordó con ella un tema siempre espinoso y del que pocas veces hablamos: los errores en la práctica clínica y la repercusión que tienen en nosotros, los profesionales de la salud. Creo que lo hizo muy bien, fue una sesión participativa, compartimos sensaciones, emociones y tal vez nos sirva de base para hablar en sucesivas ocasiones de estos aspectos: no todo es clínica...
Aquí os dejamos su presentación. Mila esker, Asun!