En los dos abordan los principales motivos de consulta y hacen un repaso sobre las distintas opciones terapéuticas.
Os adelantamos algunas ideas:
- Conjuntivitis agudas bacterianas: recordar que se tratan de procesos benignos, muchas veces se resuelven de forma espontánea; por ello se puede optar por la prescripción diferida de antibióticos tópicos si no se resuelven con medidas generales en 3-4 días. Es preferible utilizar colirios que contengan un sólo principio activo, entre ellos hay pocas diferencias. En los usuarios de lentes de contacto se aconsejan los colirios con fluorquinolonas.
- Conjuntivitis alérgicas: las medidas más importantes son las encaminadas a evitar los alérgenos desencadenantes, evitar las lentes de contacto, utilizar compresas de agua fría o lágrimas artificiales y recurrir al uso de antihistamínicos tópicos u orales si no se consigue alivio con las medidas anteriores.
- Herpes oftálmico: es necesario el uso de aciclovir oral, no basta su uso tópico.
- Ojo seco: insistir en la benignidad del proceso, evitar situaciones desencadenantes y recurrir a las lágrimas artificiales si no hay mejoría. Las formas monodosis están indicadas en los casos en los que sean necesarias con mucha frecuencia.
- Blefaritis: limpieza de los párpados con agua templada y champú infantil diluído. Si hay sobreinfección, antibióticos tópicos en gel o en pomada.
- Abrasión corneal y cuerpo extraño en la córnea: utilizar colirio anestésico sólo para la exploración. Se debe administrar analgesia por vía oral (paracetamol o ibuprofeno); el uso de AINE tópicos, controvertido, no debe sustituir su prescripción. Se suele aconsejar el uso de antibióticos tópicos para evitar la infección. Se aconseja reevaluar en 24 horas. No está indicada la colocación de parche ocular.
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