Desolada estoy...y eso que no nos pilla de sorpresa, visto lo que sucede en el dolor artrósico con el paracetamol.
Pues eso, que parece ser que el paracetamol considerado hasta ahora como el analgésico de elección de inicio en el dolor lumbar agudo inespecífico "no funciona" mejor que el placebo.
Así lo señalan en una revisión Cochrane en la que finalmente incluyen tres ECA con este propósito.
Los estudios están realizados en población de edad mediana, con una media de 44,2 años.
Dos de ellos en lumbalgia aguda y uno en lumbalgia crónica
Los tres comparan paracetamol con placebo
La duración del seguimiento varió de un día a 12 semanas
Variables principales: dolor y discapacidad
Variables secundarias: calidad de vida, función, efectos adeversos, impresión global de recuperación, calidad del sueño, adherencia del paciente y uso de medicación de rescate
Conclusiones:
El paracetamol no produce mejores resultados que el placebo para el dolor o la discapacidad en la lumbalgia aguda. Tampoco hay diferencias significativas en las variables secundarias. Evidencia de alta calidad.
Para la lumbalgia crónica existe evidencia de muy baja calidad que señala no diferencias en la reducción de dolor inmediato con paracetamol iv (dosis única de 1gr endovenosos)
No se identificaron ensayos en pacientes con lumbalgia subaguda.
Esto es todo amigos, podéis acceder a la revisión completa vía MyAthens.
Nuestra última sesión antes del parón veraniego trató sobre un tema muy apropiado para estas fechas: picaduras y mordeduras de animales de nuestro entorno. Carmen Sierra (médica del PAC de Zarautz) hizo un buen repaso de estas situaciones aunque, como ella misma dice, quedaron para otra ocasión otras tantas por repasar; seguro que contamos con Carmen para completar el tema...
A todos vosotros/as, muchas gracias por participar en las sesiones; en especial para Carmen.
Nos vemos de nuevo en septiembre, pasad un buenísimo verano.
Del blog Pediatría Basada en Pruebas, os enlazamos esta entrada sobre el manejo de las gastroenteritis agudas tan y tan frecuentes en nuestras consultas...nada nuevo, pero conviene no olvidar.
Os copio el decálogo de la AEPAP:
1. La diarrea aguda es la aparición brusca de heces blandas o líquidas en mayor número o cantidad de la habitual cada día. Dura menos de 1-2 semanas.
2. En la mayoría de los casos se debe a una gastroenteritis infecciosa por virus. Son menos frecuentes las que se deben a bacterias y parásitos. Otras causas son: antibióticos, dieta inadecuada, intolerancia o alergia alimentaria.
4. Puede producir deshidratación. Se nota en que los niños tienen la boca seca, mucha sed, orina escasa, llanto sin lágrimas, ojos hundidos, pérdida de peso,….
5. Asegurar que el niño bebe suficiente para que no se deshidrate. Debe tomar soluciones de rehidratación oral (sueros de farmacia) tras cada deposición o vómito. Dele su comida normal, sin forzar.
6. Los niños deshidratados deben reponer el líquido perdido. Ofrecer el suero con frecuencia y en pequeñas cantidades durante tres o cuatro horas. No se recomiendan refrescos o zumos con alto contenido en azúcar, bebidas para deportistas ni soluciones preparadas en casa.
7. En cuanto a la alimentación, los bebés pueden seguir con lactancia materna o con la leche habitual sin diluir. Los niños mayores pueden comer normal en cuanto dejen de vomitar, sin obligar. Se deben evitar alimentos ricos en grasas o en azúcar. No introducir ningún nuevo alimento hasta su recuperación.
8. Suele curar espontáneamente en pocos días. Rara vez se necesitan antibióticos u otros medicamentos en bebés o niños con diarrea.
9 Mantener medidas higiénicas adecuadas para evitar contagios:
Lavado de manos, sobre todo antes de preparar alimentos, de comer y después de ir al baño o del cambio de pañal.
Lavar muy bien frutas y verduras crudas. Cocinar muy bien la carne y los huevos.
Lavar con frecuencia los objetos que el niño manipula.
En estas fechas andan muchos
chavales pendientes de la nota de selectividad, preocupados por saber si
finalmente tendrán opción a estudiar aquello que les interesa…Tal vez el
contacto con amigas que tienen a sus hijos e hijas en esta tesitura, me mantiene
también a mí en vilo y me lleva a recordar aquellos tiempos ya lejanos en los
que navegué por parecidas aguas. Claro que entonces la selectividad no era ni
mucho menos tan determinante para matricularse en la carrera que, finalmente,
elegí. La verdad es que dudé entre la Filosofía y la Medicina: ¡anda que no soy
rara…! Creo que fue una buena elección aunque, a veces, me cabe la duda…
En fin.
Ya no recuerdo casi cómo era en aquellos años, supongo que no muy diferente a
como ahora son los estudiantes que iniciarán sus estudios de medicina en unos
meses. Lo cierto es que no alcanzaba a adivinar cómo sería mi vida, ni la
profesional ni la personal. Supongo también que lo que uno hace, su trabajo, perfila
como un cincel más añadido a otros tantos la silueta de lo que uno es en su
vida personal. Tal vez haya algunos trabajos que se te pegan más a la piel que
otros; creo que este es uno de esos…
Lo que sí recuerdo, o tal vez percibo, con
cierto pasmo, es la inocencia (no sé si es el término adecuado), la ingenuidad
(tampoco sé si este lo es), la despreocupación (ni este) con la que transitaba
por el hospital en aquellos años. Y es que la juventud, a nada que la vida te
haya sido hasta entonces amable, tamiza el dolor, el sufrimiento o la
desesperanza hasta hacerlos casi invisibles; casi como si fueran ajenos,
patrimonio de unos pocos y tú, allí, inmunizada frente a ellos. La enfermedad
era objeto de estudio y aunque la emoción se filtrara en ocasiones, había otras
y de otra índole que sabían acallarla.
¡Uf! Definitivamente, los años
dejan su huella y otra suerte de conocimiento siembra sentimientos y
sensaciones que, cada vez, me resultan más difíciles de acallar, hasta el punto
en que solo me planteo hacerlo para proteger a quienes son objeto de mis
cuidados o para protegerme a mí misma y, he de confesarlo, con irregular éxito.
Creo que los sanitarios hablamos poco de nuestras propias emociones, pero creo
que cuando lo hacemos coincidimos en muchos puntos. A medida que pasan los años
entiendo que mi compromiso con mi profesión es mayor; a medida que pasan los
años más me exige, más me da y, a veces, siento que más me quita…Luces y
sombras. Contradicciones, como siempre. Me gusta lo que hago y sin embargo, me
desespera tantas veces…
He visto la película Un doctor en la campiña: me ha
dicho muchas cosas, refleja algunas de las que aquí dejo escritas. Me ha dejado
un sabor agridulce, como la medicina.
Ánimo a todos aquellos que iniciáis vuestra
carrera, sea cual sea; son unos años especiales, luego la vida se encargará de
concluir la melodía, ojalá que el resultado sea el que esperáis, ojalá que os
sorprenda de buen grado.
No hay que cansarse de decirlo, leerlo o practicarlo, por eso hablamos nuevamente (algún ejemplo aquí y aquí) hoy de una revisión narrativa publicada en el Annals of Internal Medicine en la que revisan tanto guías como artículos sobre el tema.
Creo que las indicaciones que publican en el propio abstract ya son muy, muy útiles:
Los
médicos no deben realizar pruebas o iniciar la terapia con antibióticos
en pacientes con bronquitis a menos que se sospeche una neumonía.
Los
médicos deben evaluar pacientes con síntomas sugestivos de
faringitis estreptocócica (por ejemplo, fiebre persistente, adenitis
cervical anterior, y exudado u otra combinación
adecuada de los síntomas) por prueba de detección rápida de antígenos y/o cultivo Streptococcus. Los médicos no deben tratar a los pacientes con antibióticos a menos que hayan confirmado la faringitis estreptocócica.
Los
médicos deben reservar el tratamiento con antibióticos para la
rinosinusitis aguda en pacientes con síntomas persistentes durante más
de 10 días, síntomas severos desde el inicio o fiebre alta
(> 39 ° C) y descarga nasal
purulenta o dolor facial que dura al menos 3 días consecutivos, o
aparición de los síntomas que empeoran después de una enfermedad viral
que duró 5 días que fue mejorando inicialmente.
Los médicos no deben prescribir antibióticos para los pacientes con resfriado común.
No es tan raro que pase que el que viene con una artritis que interpretas como una gota sea una persona que por uno (antecedentes de sangrado digestivo) u otro (anciano, HTA, ICC) motivo no te "apetece" prescribirle un AINE. No es la primera vez que veo la indicación de utilizar corticoide oral e incluso creo que lo he usado alguna vez. Pues de eso va este estudio publicado en el Annals of Internal Medicine en el que midieron la mejoría del dolor comparando indometacina y prednisolona (the indomethacin group, patients initially received 50 mg, two 25-mg tablets, of oral indomethacin 3 times a day and 6 tablets of oral placebo prednisolone once a day for 2 days, followed by 25 mg of indomethacin 3 times a day and 6 tablets of placebo prednisolone once a day for 3 days. In the prednisolone group, patients initially received 30 mg, three 10-mg tablets, of oral prednisolone once a day and 2 tablets of placebo indomethacin 3 times a day for 2 days, followed by 30 mg, three 10-mg tablets, of prednisolone once a day and 1 tablet of placebo indometh- acin 3 times a day for 3 days). En él hacen referencia a un par de ECA publicados sobre el tema cuyas conclusiones van en la misma dirección: este y este.
Esta es la conclusión:
La prednisolona oral y la indometacina tuvieron una eficacia analgésica similar entre los pacientes con gota aguda. La prednisolona es una opción de primera línea segura y efectiva para el tratamiento de la gota aguda.