Afortunadamente para la no identificada mujer de 67 años de edad, los médicos que la preparaban para su rutina de cirugía de cataratas en noviembre pasado descubrieron la fuente de la molestia y se lo quitaron. Por desgracia para los aprensivos, la causa es materia de pesadillas : los ojos de la mujer se habían convertido en el hogar de una masa dura, azulada de cerca de 30 lentes de contacto se mantienen unidas por las secreciones.
Que no, que no me lo he inventado es una noticia publicada en la sección del salud del prestigioso The New York Time...que merece la pena leer 😕.
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