lunes, 21 de mayo de 2012

Limpieza del fonendo

La imagen es de aquí
Que lavarse las manos tras explorar a nuestros pacientes disminuye la transmisión de algunos procesos infecciosos, está fuera de toda duda...Que esta sea una práctica habitual, es ya más dudoso...Que debemos esforzarnos en ponerla en práctica: en eso estamos...¿o no?


Pero, ¿os habéis preguntado sobre la posibilidad de transmisión de infecciones a través de nuestro fonendo?, ¿lo limpiáis con regularidad...? Yo he de confesar que de Pascuas a Ramos...


Son bastantes las publicaciones que bucean en este asunto; en la mayoría de las que hemos ojeado, señalan que es verdad que en nuestros fonendos (y demás artilugios que utilizamos: teclados, otoscopio, muebles...) crecen estupendamente un motón de "bichos" capaces de generar enfermedad, incluidos los estafilococos meticilín-resistentes que tanto trabajo nos dan...sin embargo, no está probado que contribuyan a propagar enfermedad entre nuestros pacientes.


Este trabajo concluye que la limpieza de la "cabeza" del fonendo con uno de estos geles con alcohol que solemos utilizar para limpiar nuestras manos, efectuándola con nuestras propias manos a la vez que las limpiamos, es capaz de eliminar de forma eficaz a muchos de ellos...y quien sabe si así disminuir el riesgo de transmisión.

A lo mejor, tendré que plantearme asear a mi fonendo con un poquito de alcohol con algo más de frecuencia, después de todo no cuesta apenas nada...

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