martes, 28 de agosto de 2012

Maniobras vagales: la jeringuilla, el pinchazo...¡y la mariposa!

ECG 1
Fue una guardia entretenida, empezamos con esto: varón de 47 años, sin antecedentes de interés que acude por palpitaciones. Exploración física sin hallazgos, salvo taquicardia rítmica y signo de la rana evidente en el cuello, constantes normales.
Este era su electrocardiograma (ECG1) y mi diagnóstico el de taquicardia supraventricular a 200lpm.



Como ya os imagináis, canalizamos una vía e intentamos revertirla con la famosa maniobra de la jeringa de 10 ml: ¡sople, sople!, le dijimos, pero nada...esta vez no hubo suerte. Así que tras varios intentos y siempre con el paciente estable, esperamos a la ambulancia medicalizada para que lo intentaran con el habitual bolo de Adenosina. Cuando llegaron, decidieron coger una vía de calibre más grueso y optaron por un catéter del número 16, mientras cargaron también la medicación...y estaban a punto de pasarle el bolo cuando, probablemente por el estímulo vagal inducido por la inserción del catéter grueso, nos encontramos con esto (ECG2): ¡REVIRTIÓ!
ECG 2
...Y al cabo de un rato en observación, se fue a casita perfectamente perfecto y con este ECG:

ECG 3

Os dejo el enlace a un blog (eso sí: es en inglés) que nos llegó a través de los compañeros del PAC de Manresa, ¡gracias colegas!, en el  que hablan del uso de la, ya famosa, jeringuilla de 10ml utilizada en estos menesteres. Ya sabéis: si falla, siempre podemos probar con un catéter grueso...(Hace años, me tocó una situación que se resolvió de idéntica manera)

Vi otros casos interesantes y cuando bajamos a cenar, ya bastante tarde, nos encontramos con esta preciosa sorpresa adornando la blanca pared de nuestra sala/cocina: ¿a que es bonita? Afortunadamente, no todo es ciencia en la vida...

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