Poniendo en contexto:
¡Pero se golpeó la cabeza! ¡No debe dormirse! ¿O sí?
De una vez vamos aclarando algo: no se trató de un accidente de alto
impacto. No fue un choque automovilístico. No se cayó de la azotea o de
una bicicleta. Fue un golpe como los que se dan a cada rato los niños,
como si ése fuera su trabajo.
Es una entrada corta que podéis leer aquí.
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