Destacaría dos ideas:
Una persona bien informada, libre y competente, puede no aceptar una actuación sanitaria
bien indicada que se le propone para su salud o para salvar su vida. El rechazo se tiene que admitir
incluso una vez empezada la actuación y, ante esto, se tiene que suspender.
bien indicada que se le propone para su salud o para salvar su vida. El rechazo se tiene que admitir
incluso una vez empezada la actuación y, ante esto, se tiene que suspender.
El rechazo, aunque sea incómodo, no puede ser causa de abandono: tiene que
comportar la ayuda al enfermo con otras medidas terapéuticas indicadas para su
bienestar si son aceptadas, o su traslado cuando sea posible.
comportar la ayuda al enfermo con otras medidas terapéuticas indicadas para su
bienestar si son aceptadas, o su traslado cuando sea posible.
Interesante documento
ResponderEliminarSaludos
Muy interesante, gracias por compartir.
ResponderEliminarFeliz día