La imagen es de aquí |
Os copiamos hoy un texto que nos ha proporcionado nuestro compañero Javier Alaba sobre la prescripción prudente en los pacientes geriátricos. Como dice el propio Javier, es de "su cosecha" y nos parece más que sensato todo lo que sugiere y, además nos encanta el título del correo con el que nos lo envío:
Prescripción prudente en geriatría (de mi cosecha, o sea de la cosecha del Dr Alaba) o sobre el arte de la medicina en pacientes vulnerables (más de los médicos que de las propias enfermedades)
Como reglas generales para una valoración estructurada de los medicamentos en pacientes geriátricos, que garanticen una adecuada calidad asistencial:
- Revisar pauta tratamiento como mínimo anualmente y ante cambios transitorios funcionales o cognitivos, disponiendo de un listado actualizado de medicación, al prescribirse un nuevo fármaco valorar si se puede retirar otro, registrando la indicación.
- Contemplar toda la medicación que toma realmente, botiquín casero, fitoterapia (brown bag).
- Implementar medidas no fármacológicas.
- Plan terapéutico en relación a objetivos asistenciales, utilización de medicamentos apropiados, valorar tiempos hasta aparición de efectividad, evitar nihilismo terapéutico.
- Simplificar pauta terapéutica, disminuyendo número de dosis, adaptaciones de la misma a la deprivación sensorial (visual y auditiva), funcional (cambios articulares pueden dificultar la apertura de blister), cultural, cognitiva y red social.
- Considerar cambios envejecimiento disminuyendo la dosis, titulación más lenta (Start low and go slow), iniciar tratamientos de forma individual, no introduciendo varios fármacos a la vez. Buscar la mínima dosis eficaz. Ajustarlo a la función renal.
- Retirar fármacos innecesarios, ¿continua la necesidad de los medicamentos prescritos?
- Considerar posibles síntomas a síndrome de abstinencia, titulación rápida o dosis altas, posible reacción adversa a medicamentos, a pesar de llevar tiempo con el mismo, disponer del historial medicamentoso con las fechas, dosis, duración.
- Revisar efectos secundarios medicamentosos más frecuentes periódicamente.
- Seleccionar un número determinado de medicamentos, conociendo los efectos secundarios, posibles interacciones relevantes, de las patologías más prevalentes.
- Evitar duplicidades y seleccionar aquellos medicamentos más seguros y eficientes. Prevención de la polifarmacia, previo a la introducción de un nuevo medicamento alcanzar dosis máximas geriátricas del prescrito previamente, seleccionar medicamentos con varios efectos antes que ir sumando medicamentos (ejemplo: antidepresivo sedante, evita asociación de un hipnótico, betabloqueante para HTA e ICC). Seleccionar medicamentos que esta demostrada su efectividad en mejoras de calidad de vida o necesidades no tratadas (START).
- Monitorizar periódicamente la seguridad y especialmente la efectividad con medidas objetivas y validadas. Establecer la duración adecuada de cada medicamento. Evitando aquellos medicamentos inapropiados en el anciano (Beers, STOPP) y especial cuidado en aquellos con márgenes terapéuticos estrechos (digoxina, acenocumarol, metotrexato).
- Plantearse necesidad de continuidad terapéutica de diuréticos, laxantes, inhibidores bomba protones, colinesterasicos/ memantina, hipotensores, miorelajantes, psicofármacos, analgésicos. Desprescripción o discontinuidad gradual de tratamiento, de forma similar al iniciar la titulación, especialmente con beta bloqueantes, opioides, benzodiacepinas, antidepresivos, anticomiciales, en caso de ineficacia, realizando seguimiento adecuado de las modificaciones realizadas.
- Disponer de alertas informáticas para detectar las interacciones medicamentosas más relevantes fármaco- fármaco, fármaco- enfermedad, fármaco- alimentos, contraindicaciones relevantes, presencia de alergias, automatismos de acciones para monitorizar ciertos fármacos, como ayudas en la prescripción.
- Establecer una comunicación entre atención primaria y especializada, para valorar de forma integral las necesidades y prioridades terapéuticas, conociendo de forma inmediata la medicación prescrita global en ambos niveles. Así como en las transiciones del hospital a la comunidad o entre diferentes recursos asistenciales.
- Informar e implicar al paciente y al cuidador principal verbal y por escrito sobre las indicaciones, efectos secundarios más frecuentes, duración y efectos de la medicación, para compartir los objetivos de cuidado. Evitar comentarios sobre futilidad terapéutica a los pacientes, coordinar los cuidados no interferirse entre niveles asistenciales. Reevaluación periódica de la adherencia al tratamiento, sirviendo para ello la utilización de pastilleros, calendarios, ayudas electrónicas, así como la adaptación de las formas farmacéuticas a la capacidad de deglución del anciano, conociendo las preferencias y hábitos del paciente. Valorar la capacidad y manejo de diferentes medicamentos (colirios, uso de cámara espaciadora con sistemas de inhalación).
- Por parte de enfermería aprovechar la educación sanitaria de las diferentes patologías crónicas, para recordar necesidades de tratamiento, grado de comprensión, actualización permanente y revisar toma de otras medicaciones, conocer todos los prescriptores presentes; instruir en nombres, apariencias, posibles efectos secundarios, cuando consultar; organización adecuada para evitar exposición a la luz de los medicamentos, cuando deben estar refrigerados, localización en ambientes seguros.
- Detección precoz de posibles errores de medicación, en la prescripción, dispensación, manipulación, para garantizar la máxima seguridad farmacológica.
- Coordinación con farmacéuticos comunitarios o clínicos, para disminuir los posibles errores de medicación, facilitar isoapariencias, siendo más seguro el contacto con una farmacia de forma regular.
¡Gracias, Javier!
Nota de Idoia: yo creo que da para plastificarlo en una chuleta y llevarlo en el bolsillo y si lo pensáis bien en el PAC se puede aplicar más de lo que parece a simple vista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario