Hace unos días acudió a nuestro servicio una joven de 15-16 años con un eritema en cara y cuello escandaloso junto con un rash maculopapular generalizado más que llamativo. Era de madrugada cuando llegó acompañada por sus padres que, alarmados, me explicaron que justo el día anterior había sido vista por su médico de cabecera ante la aparición de su rash en tronco y extremidades y que en principio lo relacionaron con la toma de amoxicilina. El caso es que la moza llevaba una semana de tratamiento con este antibiótico por una probable amigdalitis estreptocócica, clínicamente había mejorado aunque persistía febrícula y cansancio, sus molestias faríngeas habían disminuido. Su médico barajó la posibilidad de que se tratara de una alergia a la amoxicilina, pero...algo intuía porque le solicitó una analítica con hemograma, transaminasas y serología para Epstein Barr, CMV y toxoplasmosis. Suprimió la amoxicilina y le pautó un antihistamínico. Con el transcurso de las horas las lesiones se hicieron más rabiosas y a eso de las tres de la mañana se despertó y comprobó que la cara y el cuello habían adquirido un tono rojo chillón espectacular, si bien solo notaba una sensación de tirantez con escaso picor...Objetivamos una febrícula y unas amígdalas inflamadas sin exudado, así como adenopatías occipitales, y nada más.
Hubo suerte: pudimos acceder a los resultados de sus análisis y comprobamos la existencia de una linfocitosis, un leve aumento de sus transaminasas y una IgM + para el virus de Epstein Barr.
Con esto, el diagnóstico era claro. Explicamos a la paciente y a sus preocupados progenitores la naturaleza del proceso.
Aunque con muchas dudas de que le fuera a resultar útil, le administramos 60mg de prednisona oral y estimamos que una cita con su médico paliaría el agobio, justificado, que llevaban: de verdad, que nunca había visto un rojo tan rojo...Lástima que una vez más me diera reparo sacarle una foto (soy una tímida...). Así que le dimos la cita para dentro de unas horas y esperamos a nuestra compañera para explicarle el asunto y los motivos que nos habían llevado a citarla de nuevo.
Ella nos ha devuelto la visita esta mañana al salir de guardia: la paciente está bien, "clareándose". A nuestra compañera también le inquietó lo suficiente como para pedir ayuda a la dermatóloga de nuestro centro; la dermatóloga estimó que los corticoides le serían de ayuda y además le indicó alguna crema emulsionante...y la citó de nuevo en un par de días para revisar...
Y hasta aquí la historia con final feliz: la paciente va bien, el diagnóstico parece claro y la colaboración entre los distintos profesionales ¡funciona!.
Y es que las dudas, las preocupaciones y la incertidumbre siempre se ven aliviadas por la buena comunicación entre los distintos miembros del equipo...
Y colorín colorado (nunca mejor dicho) este cuento se ha acabado.
Por cierto, me he repasado los síndromes mononucleósicos y me ha venido muy bien, si es que todo se olvida...No os los cuento porque si os hace falta, ya sabéis dónde mirar, ¿no?.
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ResponderEliminarComentario de Iñaki Ormazabal:
ResponderEliminarUna cosa parecida me ocurrio en Tolosa y lo malo fue que el paciente alarmado fue por su cuenta a urgencias de la Resi, vino de nuevo (le habia pedido ya serologia EB) y volvio a la Resi. El problema esta en esas gargantas feas, con adenopatias y fiebre en las que pautas Amoxicilina. Creo entender que con el Penilevel no, cierto? Cuando ves estos casos no te olvidas nunca de la Mononucleosis y la Amoxi. Mu bonito y viva la republica Marilis!
Pues sí, Iñaki. La erupción cutánea, cuyo mecanismo no es bien conocido, se relaciona con la administración de amoxicilina y ampicilina, si bien también puede darse con la azitromizina, el levofloxacino, la piperacilina y la cefalexina. Su aparición no significa el desarrollo de alergias a estos principios.
EliminarEn fin, esto es lo que dice UpToDate.
Y yo también añado un ¡viva la república!, aunque parece que, de momento, no está demasiado cerca...
Saludos,
Marilis