En alguna ocasión me he encontrado frente a esta situación y creo que, más o menos, he actuado tal y como señala
esta entrada del blog
Una manzana al día, donde su autor resume muy bien la forma adecuada de proceder.
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La imagen es de aquí |
En resumen:
- Lavar largamente con agua fría
- Retirar las espinas (usar cinta adhesiva)
- Limpiar con agua y jabón
- Aplicar frío local de forma secuencial
- Anestésicos como calamina o amoniaco tópico y analgesia oral (evitar AAS)
- Reservar antihistamínicos y corticoides orales para casos más severos
¡Lo bien mirado no precisa volverlo a mirar!
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