Nuestro compañero Javier Alaba nos ha facilitado este artículo que aborda el tratamiento del dolor persistente en los pacientes geriátricos. Además de valorar las causas del dolor en los ancianos y
de recordarnos las dificultades añadidas en el tratamiento de este grupo de edad por la existencia de otras patologías añadidas, hace un recorrido sobre las diferentes opciones farmacológicas disponibles.
Algunas de las principales conclusiones que se extraen de su lectura son las siguientes:
1-La vía de administración preferida siempre que sea posible es la oral (os acordáis de esta entrada).
2-Es necesario adecuar bien las dosis (en general, la menor posible) yel intervalo horario, según las características del fármaco elegido.
3-El analgésico de elección es el acetominofén (paracetamol) por su buena tolerancia y perfil de seguridad. Las dosis indicadas son de 325-500mg/4 horas o 500-1000mg/6 horas y la dosis máxima no debe superar los 4 gramos/día.
4-Si se considera necesario el uso de AINE, hay que tener en cuenta la necesidad de protección gástrica, sus potenciales efectos cardiotóxicos y la posible existencia depatologías o tratamientos concomitantes a la hora de su elección. Los menos gastroerosivos parecen ser el ibuprofeno y el naproxeno sódico,
pero eso sí, a dosis menores de las que estamos habituados a manejar: aconsejan ibuprofeno 200mg/8 horas y naproxeno sódico 220 mg/12 horas.
Diclofenaco parece tener mayor cardiotoxicidad, si se administra aconsejan hacerlo a dosis de 50mg/12 horas o 75mg en su formulación retardada. Ibuprofeno parece disminuir el efecto antiplaquetario de la aspirina.
Los AINE tópicos para el dolor osteomuscular parecen ser eficaces en estudios realizados a corto plazo.
5-Los COX-2 parecen ser menos gastroerosivos que los AINE pero si se administran junto a aspirina, precisan protección gástrica.
6-No es adecuada la asociación de diferentes AINE o de COX-2
7-Aquellos pacientes que requieran opioides para el control del dolor deben ser reevaluados convenientemente para conseguir los objetivos de tratamiento y detectar y paliar los posibles efectos secundarios.
8-Los pacientes que presenten dolor refractario al tratamiento, pueden requerir otros coadyuvantes como antidepresivos tricíclicos, IRSS, anticonvulsivantes. Se debe iniciar con dosis bajas y subir de forma
progresiva hasta alcanzar los objetivos, atentos a la aparición de efectos indeseables.
9-La administración de corticosteroides sistémicos a largo plazo, debe reservarse para el dolor inflamatorio o el dolor óseo metastásico; la osteoartrosis no es uno de estos supuestos.
10-Los pacientes con dolor neuropático localizado pueden ser candidatos a tratamiento con lidocaína tópica.
En fin, si os interesa el tema os invitamos a leer el artículo en su totalidad.
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