Imagen de gettyimages |
Su presidente, Jean Claude Juncker, ha realizado algunos cambios que hace que la EMA (Agencia Europea del Medicamento) pase a depender de Industria en vez de Salud como lo hacía desde el 2009. Seguro que no somos capaces de comprender todo lo que esto significa, pero es fácil darse cuenta de que las prioridades van a ser distintas dependiendo de uno u otro departamento.
Se ha generado un movimiento en torno a esta decisión. En el blog de NOgracias han traducido dos entradas del blog del BMJ escritas por Jim Murray que fue director de la Organización Europea de Consumidores: esta y esta.
Algunos extractos:
Debe haber gran regocijo entre las industrias de los medicamentos,
dispositivos médicos y tecnologías de la salud. Todos ellos tienen una
gran capacidad de influencia en una amplia gama de departamentos
gubernamentales, pero, ¿cómo lo diría?, bastante más influencia en los
departamentos relacionados con las políticas de industria.
Inevitablemente, el último cambio ha provocado una furiosa respuesta
entre los expertos en política sanitaria. Peggy Maguire, presidenta de la
Alianza Europea para la Salud Pública, lo ha descrito como un “potencial
desastre”, argumentando que Juncker está “colocando los problemas de salud en un segundo plano para apaciguar a las grandes empresas” (2). En la misma línea, Monique Goyens, directora general de la Organización Europea de Consumidores ha dicho: “Este cambio ofrece a los consumidores europeos la señal de que los intereses económicos están antes que su salud” (2). Por el contrario, en el organismo que representa a la industria europea de medicamentos están encantados. Richard Bergstrom, director general de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas, dio la bienvenida a la medida, expresando su “confianza en que las personas que trabajan en estas unidades tienen la integridad para seguir poniendo la seguridad del paciente por delante” (3)
entre los expertos en política sanitaria. Peggy Maguire, presidenta de la
Alianza Europea para la Salud Pública, lo ha descrito como un “potencial
desastre”, argumentando que Juncker está “colocando los problemas de salud en un segundo plano para apaciguar a las grandes empresas” (2). En la misma línea, Monique Goyens, directora general de la Organización Europea de Consumidores ha dicho: “Este cambio ofrece a los consumidores europeos la señal de que los intereses económicos están antes que su salud” (2). Por el contrario, en el organismo que representa a la industria europea de medicamentos están encantados. Richard Bergstrom, director general de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas, dio la bienvenida a la medida, expresando su “confianza en que las personas que trabajan en estas unidades tienen la integridad para seguir poniendo la seguridad del paciente por delante” (3)
Desde que preparamos esta entrada hasta que le ha tocado publicarse, han pasado algunos días y ¡afortunadamente!, el asunto ha dado un giro porque Juncker ha decidido dejar las cosas como estaban...quizás las protestas le han hecho rectificar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario