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Estando
recientemente de guardia, y contando con
la inestimable ayuda y compañía de una R4, vino el celador a comentarnos que una mujer
quería comentar con el médico que: “ su padre de 97 años estaba tomando
un antibiótico desde hacía 24 horas y que le dolían los tendones del pie…”
Al
oír esto, la residente al momento dijo: "será que toma una quinolona y le
duele el tendón de Aquiles "… Y exacto: ¡eso era! Es de esos efectos secundarios que, no sabes
muy bien porqué, pero que cuando los aprendes y los escuchas en los pacientes
enseguida salta el chivato y lo recuerdas al momento …Como el rash cutáneo tras
la toma de amoxicilina en una mononucleosis infecciosa, o las distonías tras el
primperan…¿Verdad que os suena?
La
hija del paciente comentó que su padre
estaba tomando levofloxacino desde el día anterior para tratar una bronquitis y
que hacía un rato había llegado a casa de su paseo diario (el padre en cuestión
tenía 97 años, gozaba de muy buena salud y paseaba todos los días) y se quejaba de un dolor en la zona del
talón y
del gemelo de la pierna izquierda
que le limitaba la deambulación , sin
causa aparente ya que negaba golpe o mal paso previo.
Le explicamos nuestra sospecha de tendinopatía
por fluoroquinolonas pero le dijimos que si era posible que viniera con él para
poder explorarle (Diagnóstico diferencial: efecto 2º del antibiótico, patología trombótica venosa….). Al rato acudieron los
dos; el paciente entró andando con una discreta cojera, refería que el dolor no
se había calmado con el reposo y en la
exploración no se apreciaban signos
inflamatorios, ni hematomas, ni cordón
varicoso o empastamiento gemelar sugestivos de trombosis venosa profunda, por
lo que dedujimos que se trataba de una tendinitis por quinolona y suspendimos
el tratamiento, pautamos un antibiótico de otra familia y recomendamos observación y reposo y control por su médico
de atención primaria.
He
trasteado un poco por la red y he
encontrado: una revisión en Fisterra del año 2010, una discusión en la revista
Anales de Medicina Interna de mayo 2007 y un artículo publicado en la revista
Semergen de 2008 que hablan del
tema y os expongo brevemente las conclusiones comunes a los tres.
Dentro
de los efectos secundarios de las fluoroquinolonas en el apartado de efectos
osteomusculares hay que destacar la posibilidad de una tendinitis de rápida
instauración, que afecta preferentemente al tendón de Aquiles, a veces de forma
bilateral, que aparece hacia el 2º-5º día de haber comenzado el tratamiento y
mejora tras la supresión del mismo
Como
factores de riesgo hablan de la edad avanzada, el tratamiento prolongado con
corticoides orales, la insuficiencia renal, la TBC multirresistente, la
hemodiálisis, la vasculopatía periférica y la enfermedad reumática asociada.
La
patogenia no está clara y han propuesto diferentes teorías como el estrés
mecánico del tendón, la toxicidad directa sobre las fibras tendinosas, un
mecanismo inflamatorio de características similares a la artritis por microcristales
o una isquemia local.
El
diagnóstico es clínico, apoyado en ocasiones por la ecografía y el
tratamiento consiste en el abandono del
antibiótico y el reposo.
A
modo de conclusión subrayan la importancia de tener presente este efecto secundario cuando nos encontremos ante una tendinopatía de
causa no aclarada en el contexto del uso de estos antibióticos, en especial, si
existen factores de riesgo de fragilidad tendinosa (edad, corticoides...), ya
que sólo la retirada del fármaco puede evitar una rotura del tendón de
consecuencias más graves.
Espero
os haya servido de recordatorio y ayuda si os pasa algún día
Autora: Cristina Ibeas, médica PAC OSI Bidasoa
Mila esker, Cris! ¡Hay que ver cómo "nos trabajas"! Sigue así, que nos encanta que colaboréis en Cosas del PAC...
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